A menudo, y con la mejor de las intenciones, ponemos delante de nuestros empleados una técnica como el Mindfulness, que nos parece les puede relajar. Aportar salud mental y disminuir los riesgos psicosociales. Y sin haber creado sentido y compartido propósito en la organización.
¿Elimina la meditación el estrés en un ambiente dañino para la salud?
Con la negación a esta potente pregunta arranca un reciente artículo publicado en Financial Times y citado en Expansión*. El mismo pone el dedo en la llaga mencionando a Pfeffer y su concepto de toxicidad social: «(…) el Mindfulness no modifica la causa subyacente de la ansiedad que normalmente se genera por una dirección desprovista de sentido, unido a una comunicación y relaciones de baja calidad humana.«. El artículo concluye con estas palabras: “(…) la próxima vez que lea un artículo sobre una compañía que ofrece salas de meditación y clases de Mindfulness, no la alabe enseguida y pregúntese esto: ¿realmente está interesada en el bienestar de sus trabajadores?”.
Este apasionante tema, nos invita a investigar más y reflexionar juntos. Aquí tenéis nuestra propia reflexión: ¿Beneficia el Mindfulness el bienestar auténticamente?
(*): Enlace al artículo original de Expansión aquí.