Esta mañana durante el paseo con Jana, mi perra, me paré debajo de un olivo y estiré los brazos. Me enganché con una de sus ramas y percibí, con total claridad y más allá del contacto físico, cómo transmitía un mensaje intangible y a la vez, inmensamente poderoso: el sentido de la vida y la plenitud está en vivir una vida al servicio.
Cuando me paré, me di cuenta observando el olivo del infinito misterio que es la vida y de la inmensidad que nos depara. Ese olivo y tantos otros, llevan unos cientos y miles de años enseñándonos naturalmente habilidades como la colaboración y el significado de una relación nutritiva. Porque tanto el olivo como el ser humano estamos destinados a dar fruto y, si miras bien verás que, de forma espontánea, ese fruto resulta nutritivo.
Al pararme me di cuenta de la inteligencia que hay detrás del trabajo en equipo y su resultado: la transformación, que, trabajando sin forzarla, normalmente sorprende con algo mejor. Olivo y ser humano naturalmente unidos consiguen que, de eso que traemos de serie por separado extraigamos algo mucho mas grande.
Todos sabemos indagar e investigar prácticamente todo. Pero date cuenta de que, sin necesidad de pensar, y viviendo desde la confianza todas y cada una de las relaciones que tenemos con cada ser vivo, somos capaces de responder a una inteligencia que nos lleva a dar y darnos al máximo y sacar lo mejor de nosotros en común unión. Cuando me abro, compruebo que lo que aprovecha a los demás, me nutre y trae más. Es cuando se cuela el ego, tan pendiente de sí mismo y de saciar su interés particular, ese ego sutil y escurridizo en el hacer de cada día, que la vida deja de ser vida, se cosifica, y pierde su sentido.
Decía Virginia Satir que las relaciones son los eslabones vivos que unen a los miembros de una familia (aplícalo al trabajo también…); y es al explorar las distintas partes de estas relaciones que se puede alcanzar un mayor entendimiento del sistema en el que vive, y se despertará en los otros una nueva vitalidad y la alegría de trabajar en equipo.
No tenemos que esperar a la adversidad para descubrir la forma de transformar nuestras vidas. Cuando la juventud y los jóvenes pierden su brillo, cuando el poder, el dinero y la posición social se han esfumado, las personas sufren grandes decepciones cuando hemos identificado estos elementos con nuestro valor personal. A menos que aprendamos otra manera de vivir, muchos se engancharán al alcohol, las drogas, redes, la enfermedad, la separación, la depresión… No tienes que esperar a caerte para descubrir tu valor interior.
Brindo y brindamos con cava y uvas, otro fruto de la naturaleza transformado en algo nuevo por el conocimiento y la capacitación técnica comprobada una vez más… Y este año no me pongo más objetivo que el de vivir plenamente y contribuir a nuestro común desafío, el de vivir desde el corazón que entiendo como el vivir con valentía al servicio de desarrollarnos como seres humanos con valores éticos y humanistas. ¿Me acompañas? ¿Vienes con nosotros a descubrir de qué hablamos cuando hablamos de paz, confianza y felicidad?
Al igual que el olivo, también nosotros somos naturaleza plena de valores dispuestos a dar servicio a la vida que somos, no al ego que nos “okupa” y distrae. Más allá de cualquier forma de éxito, el significado y valor de la vida son aspectos fundamentales por descubrir. ¡Atrévete a saltar y lanzarte a por tu tesoro escondido!
???? ¡Brindamos por un 2020 plenamente feliz! ????